Beethoven pudo no haber muerto de envenenamiento con plomo
Beethoven pudo no haber muerto de envenenamiento con plomo después de todo. Los científicos comenzaron a especular sobre lo que realmente mató a Ludwig van Beethoven casi tan pronto como él fue enterrado en 1827. Se había quejado de una existencia "miserable", con una larga lista de síntomas: dolor abdominal, problemas digestivos, cólicos, bronquitis crónica, mal olor corporal y mal aliento además del problema de audición.